En El Sindicato Clandestino hemos seguido con sumo interés las informaciones publicadas sobre la reciente cumbre hispano francesa, celebrada estos días en Madrid.

Había muchos temas importantes que tratar: cooperación antiterrorista, ingreso de España en el G-20, infraestructuras ferroviarias comunes, políticas económicas y financieras ante la crisis, próxima presidencia española de la Unión Europea…

En fin, un montón de asuntos trascedentes sobre los que hablar.

Y sin embargo, en Internet hemos encontrado relativamente pocas referencias a esos temas. En su lugar, se ha producido un intenso debate (con votaciones incluidas) sobre la cuestión del momento:


¿Quién tiene mejor culo? ¿La Princesa de Asturias o Carla Bruni?
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En El Sindicato Clandestino no vamos a entrar en este debate, que en muchos casos incluso está tomando tintes patrióticos e ideológicos en otros. Sólo tres pequeños comentarios (de tipo técnico):


  • La foto está realizada con las eminentes señoras subiendo unas escaleras, lo que siempre resulta muy favorecedor para este tipo de tomas “posteriores”.

  • A pesar de su pasado como modelo, el de la Primera Dama Francesa (¿se dice así?) parece un poco, cómo decirlo, caído.

  • Carla Bruni no suele llevar zapatos de tacón, para no acentuar aún más la baja estatura de su esposo, Nicolás Sarkozy. Puesto que en esta ocasión sí calza zapatos de este tipo ¿Habrían pactado previamente su vestuario las dos egregias damas?

Y nada más que agregar. No vamos a sumarnos a la polémica, que nos parece un poco machista y retrógrada.

Pero demuestra una cosa: ¿para qué vamos a ponernos a hablar de alta política, pudiendo hablar de culos?

Por cierto, esta vez se ha hablado muy poco de las alzas de Sarkozy, asunto importantísimo para los medios cada vez que el Jefe de Estado Francés realiza alguna intervención pública. Al menos, eso que le tiene que agradecer al trasero de su señora esposa.

Que sigáis bien.

ESC


¡NO SE HABLA DE OTRA COSA!
























¡LOS MEDIOS RECOGEN LA NOTICIA!


CELIA CAÑO, brillante profesional de reconocida trayectoria, aporta su talento a El Sindicato Clandestino. ¡Ya era hora!, dicen en ESC.

Su misión, si es que decide aceptarla, es aportar a este equipo su experiencia “en el mundo real”, su capacidad de organización, sus conocimientos técnicos y, por supuesto, su encanto.

Pero dejemos que lo cuente con sus propias palabras:



¡¡GRACIAS, SEÑORES DE LA MULTINACIONAL!!

Sí, hoy me doy cuenta de que tengo que darles las gracias por decidir por mí (sí, fueron ustedes) que ya estaba bien, que no más multinacional, que no más decisiones tomadas en función del precio de sus acciones, mientras toman un Dry Martini en la cubierta de sus barcos, a cambio de puestos de trabajo de personas que necesitan su sueldo cada mes para poder pagar sus hipotecas.

Gracias por darme la oportunidad de sumarme a un proyecto, lleno de alma, de ilusión y de ganas: EL SINDICATO CLANDESTINO.

Hace casi 8 meses, Rafael, director ejecutivo del Sindicato, y además mi marido, me contó este proyecto a la vez que me daba a leer el primer borrador de su libro GUÍA PARA NEGOCIAR CON ÁNIMO DE LUCRO. En ese momento, me di cuenta de que me apetecía subir a este proyecto, que junto con Rafa y Ruth podría trabajar por fin, como llevaba meses intentándolo, en equipo, con ilusión, haciendo las cosas por principio “bien”, incluso en esto del marketing, y sobre todo con mucho sentido común.

Y aquí estoy, ya era hora de presentarme; Ruthy, Rafa, os estoy oyendo: por fin lo ha hecho…


Soy Celia, y creo que soy la parte más seria e incluso podría decir sensata de los tres. Trabajo con dos locos encantadores que son los que hacen posible que ESC funcione, Ruthy “dibujando” a la vez que “poniendo freno” a las miles de ideas transgresoras que Rafa piensa cada día. Y como todo se pega un poco, me voy a dejar llevar por un punto de locura y a voy a decir a gritos a esos señores de la multinacional TIENEN USTEDES MUCHO QUE APRENDER DE LO QUE ES TRABAJAR CON ILUSIÓN, CON COMPROMISO Y EN EQUIPO. ¡¡QUÉ LES VAYA BONITO!!

Ufff, qué bien se siente una…

Ya termino, seguiré acudiendo por aquí a menudo, a compartir cosas curiosas, y por supuesto alguna que otra hazaña de los señores de las multinacionales.

¡¡Mucha Suerte a Tod@s!!
¡¡Ruth, Rafa: GRACIAS!!



Bueno, pues ya lo habéis leído. En realidad, Celia sigue trabajando en el “mainstream”. Concretamente en EQUMEDIAXL. Pero EqumediaXL es una empresa de capital íntegramente español, así que esperamos que sus responsables no tomen decisiones difíciles tomando un Dry Martini. Si acaso, tomando un botellín de Mahou.

Nosotros, por supuesto, agradeceremos sus valiosas aportaciones y toda la información que nos traiga del mundo de las grandes cuentas.

Y su sonrisa.

Bienvenida a bordo, guapa.

Ah, los montajes con las portadas de revistas los hemos hecho a través de estos sitios:


http://revistate.wamba.com/
http://www.emezeta.com/foto-revista/


A los demás, que sigáis tan bien como siempre.

ESC





Thomas Alva Edison es reconocido unánimemente como uno de los inventores más prolíficos e influyentes de la historia. El “mago de Menlo Park” (como era conocido popularmente, a causa de la dirección de su laboratorio), patentó más de 1.300 inventos, a un promedio de uno cada quince días a lo largo de toda su vida adulta.

A pesar de todo lo dicho, lo cierto es que en El Sindicato Clandestino, Edison no cae nada bien. Más adelante os explicaremos porqué.



Pero ahora queremos contaros algo relacionado con sus dos primeras patentes. Edison declaró que las lecciones que aprendió en aquellos tiempos fueron, con mucho, las más útiles que recibió para lograr el objetivo principal de su vida, que era hacerse inmensamente rico. Vamos a resumir esas lecciones en forma de curso intensivo de negociación.

El primer invento patentado por Edison (en 1868) era una maquina “contadora de votos”. Se trataba de una idea excelente, simple y barata, que facilitaba enormemente el proceso de recuento de votos en el Congreso de Washington, algo que, en ese momento, se hacía de forma manual. Además de agilizar el recuento, el invento de Edison impedía las (frecuentes) trampas en las votaciones.

Edison presentó su patente a la consideración de un comité del Congreso, confiando en que se mostrarían inmediatamente interesados. La respuesta que recibió fue de una franqueza brutal:

“Joven, si hay algún lugar en la Tierra donde su máquina no interesa en absoluto es aquí. La posibilidad de manipulación en las votaciones resulta imprescindible en esta institución”.

Primera lección: Nunca ofrezcas una solución antes de conocer el problema.

Tras este fracaso, encontró empleo en la agencia de bolsa Gold Indicator Company. Su trabajo consistía en supervisar los índices del precio del oro en los mercados internacionales. Pronto concibió un sistema, basado en una cinta perforada, que reflejaba con rapidez los cambios en las cotizaciones de las empresas de Wall Street.

Pidió una reunión con el presidente de la empresa, seguro esta vez de que su invento sí que iba a interesar. De hecho, pensaba ilusionado, incluso podrían llegar a pagar 5.000 dólares por él. Pero Edison era joven (23 años) e inexperto, y una vez ante el jefazo, no se atrevió a hacer ninguna petición. “Dígame usted cuanto cree que vale mi invento”, le dijo.

Sin pestañear, el presidente de la Gold Indicator Company le ofreció 40.000 dólares. Edison se quedó estupefacto. ¡Ocho veces más de lo que él pensaba pedir! En ese momento, vio con toda nitidez por donde se encaminaba su futuro profesional.

Segunda lección: No te quedes corto pidiendo. Para bajar, siempre hay tiempo.

Hasta el final de su vida, Edison nunca más ofreció soluciones a problemas que no existían y, desde luego, nunca se quedó corto pidiendo. Se hizo rico, famoso y admirado. Todo el mundo le quería y, a su muerte, las luces de muchas ciudades se apagaron en señal de duelo.

Colorín, colorado.

¿Colorín, colorado? No. Nos queda una tercera lección sobre negociación. Ya hemos dicho que aquí, en El Sindicato Clandestino, Thomas Alva Edison no cae nada bien. No vamos a negar su talento científico, ni su sentido práctico ni, sobre todo, su habilidad para los negocios.

Pero, en el fondo, era un mal bicho. El Sindicato Clandestino propone que se le rebautice como “el chungo de Menlo Park”.


Antes de llegar a la tercera lección, unas líneas para explicar como “el chungo de Menlo Park” se dedicó a destrozar, minuciosa y concienzudamente, la carrera (y aún la vida) de su gran rival, Nikola Tesla, el caballero que aparece en la bizarra fotografía de al lado. Nikola Tesla sí que nos cae muy bien. Consideramos que es una especie de héroe maldito, y nos proponemos aprovechar este espacio para hacer un poquito de justicia histórica.



Edison contrató a Tesla para que le ayudase a desarrollar su principal apuesta: la Corriente Continua. Para ello le prometió 50.000 dólares. Tras un año de trabajo, en el curso del cual Tesla le proporcionó varias patentes, Edison se negó a pagarle. La justificación que dio fue que eso de los 50.000 dólares era “una broma americana”. Le sacó del laboratorio y le puso a cavar zanjas. Qué tío tan bromista. La vida era una juerga en el laboratorio del chungo de Menlo Park.

Gracias a unos amigos, Tesla encontró trabajo en Westinghouse. Se puso a investigar en el desarrollo de la Corriente Alterna, pues pensaba que esta resultaría mucho más útil y segura para electrificar las ciudades.

Pero Edison decidió dedicar toda su capacidad de presión, que era mucha, para desprestigiar a Tesla y a la Corriente Alterna. Fue Edison quien propuso (y consiguió) el uso de la silla eléctrica de corriente alterna para ejecutar a los condenados a muerte. Incluso sugirió que este método de ejecución fuera conocido como “westinghousizar”. En su campaña de comunicación, el “chungo de Menlo Park” hizo electrocutar a decenas de animales (elefantes incluidos). Filmaba sus humeantes muertes y distribuía las películas para que la gente las viera en espectáculos públicos organizados por él. ¿Veis por qué nos parece un mal bicho?

Aunque de aquí se extrae la tercera lección:

Tercera lección: Presenta tus argumentos de la forma más impactante posible.

Finalmente, las ventajas de la Corriente Alterna eran tan grandes que acabó imponiéndose, pero a Tesla no le sirvió de nada. Nuestro héroe no era tan buen negociador como Edison y cedió todos los royalties de su invento a Westinghouse, que pasaba por una situación financiera delicada. Su generosidad costó a Tesla una cantidad de dinero sencillamente incalculable.

Nikola se puso entonces a trabajar en el desarrollo de las ondas de radio de alta frecuencia. Marconi, que recibió el Premio Nobel por sus aportaciones a la telegrafía sin hilos, le robó nada menos que ¡17 patentes! El robo fue reconocido oficialmente por el Tribunal Supremo de los Estados Unidos en 1943. Tesla no pudo alegrarse de esta resolución, porque había muerto poco antes.

Por cierto, y como inquietante nota final, inmediatamente después de la muerte de Nikola Tesla, agentes del gobierno entraron en su despacho y se llevaron todos los documentos sobre sus investigaciones que pudieron encontrar. Estos documentos fueron clasificados como “secretos”. Y… ¿sabéis qué? Aún no han sido desclasificados.

Si el tema os ha gustado, aquí van unos cuantos enlaces de interés:



Nuestros protagonistas en la wiki:
http://es.wikipedia.org/wiki/Thomas_Alva_Edison
http://es.wikipedia.org/wiki/Nikola_Tesla
http://es.wikipedia.org/wiki/Guglielmo_Marconi

Hay mucha información en la Red sobre Nikola Tesla. Aquí os ponemos un enlace a una página muy bonita y completa (en inglés):
http://www.pbs.org/tesla/

El chungo de Menlo Park electrocutando a un elefante. Se llamaba Topsy.
http://www.youtube.com/watch?v=RkBU3aYsf0Q

Seguid con salud.
ESC


El Sindicato Clandestino se hace eco de la carta que Rafa Antón, presidente del Club de Creativos (CdeC) ha enviado a Pere Navarro, Director General de la Dirección General de Tráfico.

De manera brillantemente argumentada, Antón pone en tela de juicio los criterios de valoración de la DGT en su último concurso para seleccionar agencia.

Por su interés y calidad, os recomendamos que leáis la carta completa, aparecida en el Periódico de la Publicidad.

Para ello, haced click aquí:

http://www.periodicopublicidad.com/index.php?s=5&id=15


Disfrutad de la elegante ironía de Antón.

Y que sigáis bien.

ESC


En el mundo de los negocios (sobre todo en el anglosajón), al referirse a un acuerdo que resulta increíblemente beneficioso para una de las partes, suelen compararlo con la compra de Manhattan a los indios. Por ejemplo:

¿Cuál es el origen de esa frase?

En 1626, Pierre Minuit (el señor de la imagen de al lado) era el director de la Compañía Holandesa de las Indias Occidentales en la ciudad de Nueva Amsterdam, situada en lo que hoy es New York, Neeeew Yoooork.


Se cuenta que Minuit compró a los indios Lenapes (una tribu perteneciente a la Nación India Algonquina) la propiedad de Manhattan por 60 Florines. Puesto que los indios no aceptaban papel moneda, este valor se les entregó en forma de diversas baratijas, que al parecer les encantaban.


Haciendo las oportunas correcciones inflacionarias, 60 florines de entonces equivalen a 72 dólares de hoy. Así que los indios Lenapes obtuvieron a cambio de Manhattan collares y abalorios por valor de 72 dólares. ¿Fue o no fue una negociación desastrosa?


Pues no tanto como podría parecer. Resulta que la tribu Lenape no ocupaba ese territorio. Se trataba de una población nómada que en aquellos momentos estaba de caza en los alrededores del rio Hudson. Negociaron la venta de la Isla de las Colinas (traducción de la palabra Manhattan a la lengua de los algonquines) echándole una considerable dosis de cara dura, puesto que aquello no era suyo. Ni siquiera vivían allí.


Suponemos que la reunión entre Pierre Minuit y la delegación india debió ser algo digno de verse, con todas las partes tapándose la boca y tratando de contener la risa. Nos resulta fácil imaginar a los Lenapes, marchándose tan contentos con sus collares y diciéndose:

“A los próximos pardillos que nos encontremos, les “vendemos” los Grandes Lagos ¿vale? Ya veréis, nos vamos a hinchar a collares".

Aunque, como era de esperar, las cosas no siempre se arreglaron de este modo tan ingenuo. Diez años después de este episodio, los colonos blancos se vieron obligados a levantar un muro defensivo frente a ataques indios. Al abrigo de ese muro, fue creciendo una calle a la que, como no podía ser de otro modo, la llamaron “la Calle del Muro”. O sea, Wall Street. Y por allí la gente se sigue vendiendo entre sí cosas que no son suyas.

En todo caso, la compra de Manhattan no fue una negociación win-win, ni win-lose, ni win-nada. Básicamente, fue una reunión entre pillos que trataban de timarse mutuamente. Por ese motivo, ni Pierre Minuit ni los Indios Lenapes aparecen citados en nuestro libro GUÍA PARA NEGOCIAR CON ÁNIMO DE LUCRO (aunque sí que aparece cierta historia sobre la venta de la Torre Eiffel que recuerda en algo a esta). Por supuesto, las negociaciones de verdad pueden ser duras y manipulativas pero, desde luego, son otra cosa distinta.

En la próxima entrada de la serie NEGOCIACIONES DESASTROSAS (O, A LO MEJOR, NO TANTO), hablaremos de la compra de Alaska a Rusia por parte de los Estados Unidos. Ya os adelantamos que esa SÍ que fue una negociación de verdad. Y muy interesante, además.


Que sigáis bien.


ESC


Nos llena de tristeza informar de algunas de las consecuencias que está teniendo para la economía mundial el hecho de no leer nuestro libro GUÍA PARA NEGOCIAR CON ÁNIMO DE LUCRO:

IBM y Sun rompen las negociaciones sobre su fusión
Sun Microsystems rechaza, por escasa, una oferta de más de 5.100 millones


Estimados señores responsables de Sun Microsystems y de IBM:

Creemos que si hubieran visto nuestra presentación, tal vez esta triste situación no hubiera llegado a producirse.

Nos ponemos a su entera disposición, por si acaso recapacitan. Nunca es tarde si la dicha es buena. Que lo sepan.

A los demás: que paséis unas buenas vacaciones (y cuidadín en la carretera).

ESC