En 2003, el fotógrafo Keneeth Adelman colgó en la página Web Californiacoastline.com una serie de fotos aéreas de varias mansiones situadas en primera línea de la costa de California, entre ellas una de la casa de la cantante Barbra Streisand.


Al conocer la situación, la popular estrella demandó al fotógrafo, a la página Web y a todo lo que se movía. Exigió la retirada inmediata de la fotografía, así como una indemnización de 50 millones de dólares para compensar la violación de su intimidad. Adelman, por su parte, alegó que se trataba de un trabajo para documentar la erosión que sufría la costa californiana.

Inmediatamente, la fotografía en cuestión se divulgo por Internet a través de todo tipo de foros, blogs y páginas Web. El intento de la Streisand por retirarla únicamente consiguió que su propagación fuera imparable.


Desde entonces, se conoce como “Efecto Streisand” al fenómeno (paradójico sólo en apariencia) mediante el que el intento de ocultar cierta información fracasa, precisamente, a causa del intento de ocultación. No sólo no se logra silenciar la noticia, el dato o la opinión en cuestión, sino que el mero intento de censura, de hecho, da alas a la información y la impulsa a través de la Red.


El pasado jueves 30 de Abril, el diario EL PAÍS, autoproclamado en su cabecera como “el periódico global en español”, impidió la publicación de la columna de su colaborador habitual Enric González.


En El Sindicato Clandestino leemos con admiración e interés a Enric González, citado casualmente en la anterior entrada de este blog por un asunto por completo ajeno a este. Somos admiradores de su estilo, lucidez y talento. Sus columnas “Cenizas de fútbol”, cosa de dos” y "un asunto marginal", los días que aparecen, son los primeros y a veces los únicos textos del citado diario que leemos por puro placer.


El País ha proporcionado graciosamente a los teóricos de Internet un nuevo ejemplo del “Efecto Streisand”. La citada columna se ha divulgado generosamente a través de la Red (al final de la entrada os ponemos un enlace, para que la leáis completa si así lo deseáis). Probablemente ahora la conoce mucha más gente que si, simplemente, se hubiera publicado en el lugar y fecha que le correspondían.


Pero, ¿qué peligrosa información contenía la columna “streisanzada”? Bueno, básicamente una velada crítica a la dirección de El País. Concretamente, la frase “cualquier día, en cualquier empresa, van a rebajar el sueldo a los obreros para financiar la ludopatía bursátil de los dueños”. Al parecer, la propuesta de bajar los sueldos había sido hecha al comité de empresa de El País poco antes, justificada por las perdidas en bolsa del grupo empresarial al que pertenece.

Nada nuevo, como veis (aparte de la brillante fórmula “ludopatía bursátil”, feliz hallazgo expresivo –uno más- de González).

En fin. El lunes 4 de mayo, Enric González daba por acabada (por su parte) la polémica en una melancólica columna titulada “Derechos” (también os enlazamos para que la leáis). En ella, resalta la importancia de la existencia de prensa independiente frente a las opiniones individuales (“No se preocupen si un día echan en falta una opinión: tienen de sobra por ahí y, sobre todo, ya tienen ustedes la suya”). No estamos de acuerdo en absoluto. Aparte de dudar de la existencia de auténtica “prensa independiente”, desde luego que nos preocupa la ausencia de opiniones individuales. Nos preocupa tanto que nos hace temblar.

Pero no hay peligro. Tenemos Internet. Que se lo digan a Barbra Streisand.
Ah, por cierto, los enlaces:
La columna censurada (sin éxito alguno):
La melancólica reaparición de Enric González:
Que sigáis opinando individualmente.
ESC


This entry was posted on martes, mayo 05, 2009 and is filed under . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.

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